jueves, 20 de noviembre de 2014

ACTITUDES BÁSICAS PARA LA PRÁCTICA DE MINDFULNESS

Una de las preguntas recurrentes cuando comenzamos  un curso de MINDFULNESS es ¿qué tengo que hacer para MEDITAR? y cuando contestamos "Simplemente calmar la mente" las caras de estupor, asombro, decepción e impotencia son dignas de mención. Pero es cierto, nada tan sencillo y tan difícil como "Calmar la mente".

¿Por qué resulta tan difícil calmar la mente?
Porque la mente está llena de pensamientos recurrentes, juicios y creencias que hemos adquirido a lo largo de toda nuestra vida. Estamos acostumbrados a vivir con ellos porque son una parte de nosotros, la parte que guía nuestras emociones y nuestras conductas. La parte que no controlamos y a la que no tenemos acceso, sólo conocemos sus manifestaciones.

¿Qué conseguimos con la práctica de la MEDITACIÓN?
Acceder a todos esos patrones adquiridos, las pautas inconscientes que guían nuestras emociones y actos, observarlos y elegir deshacernos de ellos para contemplar la vida desde otra perspectiva. Desde un prisma diferente, un ángulo en el que somos libres de contemplar la realidad desde otro punto de vista y actuar de manera distinta.

Pero ¿cómo se consigue calmar la mente?
Primero con una actitud de apertura y curiosidad. Al principio no hace falta creer pero si aproximarnos con una actitud de observar lo que pasa sin prejuicios ni expectativas. Tan contraproducente es pensar que la MEDITACIÓN va a solucionar todos nuestros problemas rápidamente como aproximarse con juicios negativos sobre ella. Practica y, simplemente, observa lo que pasa.

Actitudes para la práctica de la MEDITACIÓN:

1. Aparezca lo que aparezca en tu mente, OBSÉRVALO.
2. Aceptación. Actitud de aceptación ante todo lo que aparezca y pueda ser observado. (Qué es la Aceptación)
3. Soltar, Dejar ir, Desprenderse. No aferrarse a ningún pensamiento ni a nada que observemos durante la práctica. Simplemente lo observamos y lo dejamos marchar. Si no nos resistimos y aferramos a ello los pensamientos vienen, pasan y se van.
4. Abstenerse de juzgar. No emitimos ningún juicio sobre lo que observamos y, si estos aparecen automáticamente porque es lo que están acostumbrados a hacer, tomamos consciencia de que es un juicio y lo dejamos ir.
5. Observar con "mente de principiante", como si fuera la primera vez que vemos lo que está pasando.
6. Con amor. Acercarse a lo que observamos, que no es más que una parte de nosotros mismos, con bondad, cariño y amor, sin emitir juicios negativos y con mucha paciencia ante las dificultades que nos podemos encontrar durante la práctica.

En posteriores post hablaremos con más detalle de cada una de estas actitudes. Hoy, simplemente queríamos introducir, la sencillez de la práctica, sencillez que no implica facilidad como ya hemos visto.




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